En la actual república de Uzbekistán, en el año 780, nació Abu Abdullah Muhammad Bin Musa. Tomó como seudónimo Al-Khowarizmi, cuando trabajaba en el ambiente intelectual y científico de la Casa de la Sabiduría de la actual Baghdad. En esta época de la edad media, la ciudad de las Mil y una Noches, Baghdad, era la cuna del conocimiento. Al-Khowarizmi, encontró ahí un terreno abonado para desarrollar su carrera cerca de las matemáticas.
Entre sus méritos, destaca el haber introducido el actual sistema de numeración arábigo (el que usamos). Y también, haber bautizado con su propio nombre, pero latinizado, una de las palabras de moda en este Siglo XXI: algoritmo. El concepto describió originalmente al cálculo mediante cifras arábigas. La RAE, hoy en día, lo describe como un “conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema”. Esa fue la obsesión de Al-Khowarizmi: ser capaz de especificar de manera clara y concisa a los dispositivos de la época -ábacos fundamentalmente-, los cálculos que todavía muchos hacían a mano. Operaciones matemáticas sencillas.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a 365 relatos de la Inteligencia Artificial para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.