En 1973, Charles Bennett, un joven físico en los laboratorios IBM y colega directo de Rolf Landauer, propuso una idea tan simple como revolucionaria. Si borrar información cuesta energía —como Landauer había demostrado en 1961—, ¿por qué no evitar borrarla por completo? ¿Y si se pudiera deshacer un cálculo una vez obtenido el resultado útil, como quien retrocede sobre sus pasos recogiendo cada miga para no dejar rastro?
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a 365 relatos de la Inteligencia Artificial para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.