Del engranaje al algoritmo: cómo las calculadoras mecánicas prepararon el camino para la inteligencia artificial
9 de abril de 2025
En algún momento del año 1502, en un cuaderno encuadernado en cuero y lleno de garabatos invertidos —esos que solo Leonardo da Vinci sabía escribir al revés—, se bosquejó una idea que siglos después se convertiría en un pilar de la civilización digital: una máquina capaz de sumar y restar por sí sola. No una calculadora electrónica, claro, ni siquiera una caja con botones, sino un sistema de engranajes entrelazados, ideado para realizar operaciones aritméticas sin necesidad de intervención humana constante.
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