Cuando los dados de Einstein encontraron al gato de Schrödinger: el destino cuántico de la computación
12 de enero de 2025
Era diciembre de 1926, y Einstein escribe a su colega Max Born. Dice: “Dios no juega a los dados con el universo”. Con esta frase, Einstein manifestaba su rechazo a la idea de que los eventos a nivel subatómico estuvieran gobernados únicamente por probabilidades y el azar, en lugar de leyes deterministas que pudieran ser descubiertas y comprendidas completamente. Aunque esta visión lo colocó en desacuerdo con muchos de sus contemporáneos —entre otros Born—, también refleja su compromiso inquebrantable con la idea de un universo ordenado y racional.
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